Los estudiantes a menudo se frustran al ver que pese a sus esfuerzos no consiguen mejorar la nota en sus exámenes, y es que en ocasiones esos esfuerzos no están bien dirigidos para que sean efectivos en un examen puntual y mucho menos como técnica para mejorar los resultados en todas las evaluaciones.
Desde alumnos que realizan las típicas maratones de estudio el día antes del examen hasta los que estudian de forma lineal dedicando el mismo tiempo y recursos a cada lección, son sólo una muestra de metodologías de estudio muy frecuentes pero poco eficaces para conseguir buenos resultados. Y lo peor es que estos mismos patrones se perpetúan en el tiempo y se repiten incluso obteniendo malos resultados.
En este artículo vamos a dar como alternativa a estas prácticas algunos consejos generales que ayudarán a mejorar las notas de exámenes de cualquier asignatura, ¡revísalos para poner en práctica!
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Elabora una estrategia: lanzarse a estudiar abriendo el temario y empezando desde el primer capítulo sin pensar más allá es un error. Vale la pena dedicar unos minutos antes de empezar a elaborar una estrategia de estudio en función del tiempo disponible hasta el día del examen y los recursos a nuestro alcance (apuntes, esquemas, etc.). Con esta información y un objetivo claro, podremos planificar los tiempos de estudio y organizar cada sesión para que sea eficiente.
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Estar presente en clase: significa tanto asistir a las clases como estar atento durante ellas. Es importante para asimilar la información y tomar buenos apuntes que nos ayudarán luego a estudiar, además de permitir preguntar cuando no entiendas alguna cosa para que puedan resolver tu duda rápidamente sin tener que invertir a posterior tiempo extra.
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Planifica tu tiempo: es mucho mejor dedicar una hora cada día que recurrir a 3 horas diarias los días previos al examen. Seguir a diario el repaso del contenido y ejercicios nos permite asimilar mejor el contenido, nos requiere menos esfuerzo.
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Estudia creando recursos: si sigues el consejo anterior, en tus sesiones cortas podrás crear recursos de estudio como resúmenes o esquemas que te ayudarán a repasar días más tarde cuando necesites preparar el examen.
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Pide ayuda para estudiar: cuando un contenido no lo entiendes o fallas repetidamente en tus ejercicios sin entender el motivo, busca ayuda que te permitan avanzar. Puede ser en una reunión con tu tutor/a, pidiendo a algún familiar o compañero/a que te ayuden o recurrir a un profesor particular que pueda ayudarte a entender la asignatura y prepararte para tu examen.
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Haz simulacros de examen: busca exámenes de tu asignatura y curso por internet, o pide a tus padres o tu profesor particular que te haga preguntas sobre la materia que entra en examen. Así podrás comprobar si has asimilado bien el conocimiento y podrás detectar en qué subtemas necesitas reforzar tu estudio. Si la asignatura se presta a realizar ejercicios con autocorrección aprovéchalos para ir midiendo tu progresión antes del examen.
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Repasa y descansa el día antes del examen: si has trabajado de forma constante la asignatura, el día antes del examen realiza un repaso idealmente antes de ir a dormir para que durante la noche el cerebro procese la información y ayude a memorizar mientras descansas. Es importante que duermas bien y suficientes horas el día antes del examen, idealmente 8 horas.
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Afronta el examen con tranquilidad: evita tomar bebidas con cafeína o teína antes del examen, intenta relajarte antes de entrar al examen con acciones tan sencillas como respirar hondo y una vez con el examen delante evita distracciones.
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Concéntrate en el examen: lee dos veces las preguntas antes de responder y lee dos veces tus respuestas prestando atención también a las faltas ortográficas.
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Autocrítica y soluciones: si al recibir la nota del examen no es tan positiva como esperabas busca soluciones para poder mejorar. Por ejemplo, revisa los errores que cometiste para que no se vuelvan a producir (si falta precisión en las respuestas, el planteamiento no era correcto, pierdes puntos por ortografía, etc.). También puedes recurrir a tu tutor/a para que te aconseje de forma personalizada cómo ayudarte en la asignatura, o incluso contratar un profesor/a particular con el que puedas realizar clases de forma individual para reforzar justamente lo que necesitas.
Si pones en práctica estos diez consejos las notas de tus exámenes mejorarán y habrás creado un hábito de estudio personal que te ayudará a progresar positivamente en tus estudios durante toda tu vida académica. Las recomendaciones son aplicables para cualquier asignatura de estudio, y se pueden adaptar según la edad del estudiante para que pueda utilizarlos cuanto antes mejor dentro de sus sesiones de estudio. Asimilar estas pautas como parte del proceso de aprendizaje es la clave para que cualquier estudiante pueda obtener buenas notas en los exámenes.
