Cada año muchos padres se preguntan si deberían enviar a sus hijos a estudiar al extranjero durante un cierto tiempo o si por el contrario sería una mala idea. Es normal tener dudas ante una decisión tan importante y preocuparse por ellos. Además, esta decisión es aún más complicada teniendo en cuenta que sería la primera vez que los hijos están separados de los padres durante tanto tiempo. Si te lo estás planteando junto a tu hijo o hija pero no estás seguro de tu decisión, a continuación te explicamos algunos beneficios de esta experiencia para ayudarte a esclarecer tus dudas.
Maduración y crecimiento personal
El hecho de estar fuera de casa, salir de la protección de los padres, estar en un sitio donde nadie te conoce, con un idioma diferente, con costumbres diferentes, puede llegar a ser la situación ideal para aprender a salir de la zona de confort. Esta situación obliga a madurar y a hacerse más autosuficiente , ya que, al no tener los padres cerca, has de tomar decisiones sin su ayuda inmediata. Por eso, un gran beneficio es que van a ser más independientes y van a sentir un crecimiento personal más intenso con todo lo que eso comporta. Más flexibilidad mental, más capacidad de analizar y de adaptarse a las situaciones adversas y en general, se sentirán más plenos emocionalmente.
Aprendizaje Cultural
Vivir en otro país, aunque sea durante una temporada, implica conocer una forma de vivir diferente a la que estás acostumbrado. Conocer otro idioma, otra comida, otras costumbres e incluso nuevas formas de pensar, provoca que se abra la mente y ser más tolerante frente a lo diferente y desconocido. Los niños normalmente creen que solo hay una manera de hacer las cosas, desde el momento en el que ven que no, empezaran a reflexionar, opinar, comparar y decidir lo que piensan por ellos mismos, desarrollando así un pensamiento más crítico.
Ventaja para el futuro trabajo
El principal objetivo por el cual los padres deciden enviar fuera a sus hijos es para que aprendan un idioma. No hay mejor manera de aprender una lengua extranjera que tener que utilizarla cada día para todas las rutinas y necesidades diarias. Al principio, siempre es un desafío, pero acaban aprendiendo con gran facilidad, lo cual es improbable o mucho más complicado sin una inmersión lingüística como esta. Poder hablar una segunda lengua con mucha fluidez y muy buena pronunciación es una virtud que ofrece una gran ventaja para el futuro laboral.
Además, dicen que un cerebro capaz de manejarse con efectividad en dos idiomas distintos hace que las personas sean más inteligentes, estén mejor preparados para la multitarea y sus cerebros se mantengan “en forma” durante más tiempo, así que como puedes ver, las ventajas son innegables.
Esperamos que con este post tengas un poco más claro que es lo que puede aportar de positivo a tu hijo vivir la experiencia de estudiar en el extranjero.
