¿Qué es el burnying?
Seguramente habrás escuchado hablar acerca del concepto “burnout”. Estado de estrés, agotamiento y desgaste mental en el ámbito laboral. En 2019 fue incluido dentro del listado de afecciones reconocidas por la Organización Mundial de la Salud (OMS). Sin embargo, la situación se ha vuelto más alarmante al trasladarse fuera del plano laboral. A día de hoy, el desgaste emocional se encuentra también entre los estudiantes de Secundaria y Universidad.
El “burnying” hace referencia a los mismos síntomas que padece un empleado con desgaste emocional y estrés, pero en el ámbito estudiantil. Los estudiantes presentan falta de motivación, ganas y confianza a la hora de afrontar sus tareas y actividades académicas. Esto afecta directamente a su salud mental de la misma forma que el “burnout” perjudica a los trabajadores.
La gran diferencia es el momento en el cual se produce. Al padecerlo a una edad más temprana, donde el principal objetivo es tener un buen proceso de aprendizaje, su futuro profesional puede estar más condicionado.
Consecuencias en la generación Z y el ámbito educativo
En las clases de los colegios, institutos u otros espacios educativos es donde se forman y preparan los niños y adolescentes para su incorporación al ámbito laboral. Desde los primeros ciclos educativos se transmiten conocimientos y se busca el desarrollo de habilidades. En cambio, entre los alumnos han prevalecido otras dinámicas que han hecho aumentar los problemas relacionados con su salud mental.
La escuela no deja de ser un espacio donde los alumnos se someten a presiones, con tareas, trabajos, exámenes que necesitan aprobar y estudiar en sus casas. También entran en juego factores sociales. La relación con los compañeros, la necesidad de pertenecer a un grupo, hacer amigos y, por otra parte, la relación con la autoridad, es decir, los profesores y docentes.
Uno de los grandes problemas dentro de los colegios es que la tolerancia y el respeto no prevalecen dentro de este proceso de aprendizaje. Por el contrario, el acoso escolar, las burlas, el bullying están a la orden del día y este ambiente no favorece en absoluto la salud mental de los alumnos. También se ha agravado la situación debido al exceso de internet, redes sociales y en consecuencia, el ciberbullying. Todos hemos de aportar para poner freno al acoso escolar, ya que es un factor clave del desgaste emocional de los alumnos. Y esto hace que muchos estudiantes pierdan el interés por su futuro o dejen de confiar en ellos mismos.
La generación Z o Gen-Z considerada como nativos digitales, suponen la mayor parte de la población trabajadora en el futuro más próximo. Y es esta misma generación la que se encuentra con una gran falta de bienestar emocional y con un aumento de trastornos mentales. Incluso los suicidios de menores en España siguen siendo datos alarmantes que demuestran la urgencia de dar prioridad a soluciones para la salud mental de los niños y jóvenes.
Cómo frenar los síntomas del burnying en los alumnos
Concienciación y detección temprana
Antes de nada, se necesita más concienciación global de la problemática emocional y mental de los niños y adolescentes.
Se debe poner más atención en la detección y precaución de los problemas de salud mental. De la misma forma que se necesita un mejor acceso al apoyo psicológico.
Más educación emocional
Durante los cursos de Primaria y Secundaria se hace especial hincapié en aprender competencias lingüísticas y matemáticas. Pero no se focaliza en casi ningún momento la parte emocional de los alumnos.
Los alumnos actuales necesitan más educación en gestión de emociones. La capacidad de autorregular las emociones es una herramienta muy poderosa a la hora de afrontar los altos niveles de ansiedad, estrés y depresión que han aumentado tanto a lo largo de los últimos años. Además, una parte importante de la inteligencia emocional es la empatía y los valores de inclusión y la cultura de respeto, lo cual supone un freno al insistente acoso en las aulas.
Más foco en la motivación
Es importante priorizar el esfuerzo, el apoyo y dejar atrás las altas expectativas o extrema exigencia y enfocarnos en personalizar las necesidades que puedan llegar a tener los alumnos. Con las situaciones externas y el revoltijo de emociones que viven día a día los adolescentes, debemos aprender motivarles para que consigan sus objetivos académicos.
Al fin y al cabo, la motivación y la confianza en las propias capacidades siempre ha sido y será un factor determinante para mantener el rendimiento.
Dejar atrás el profesor rígido y autoritario
De la misma manera que el refuerzo positivo es lo que mejor funciona en casa, los profesores rígidos o muy autoritarios tampoco acaban de conectar con el estudiante.
Es momento de dar paso a la figura de mentor como nuevo profesor. Docentes más humanos que guían, motivan y hacen crecer a los alumnos a partir de sus propias capacidades. Si queremos mejoras, se requieren cambios y todo profesor se debe adaptar y flexibilizar.
En Profe.com, disponemos de profesores particulares para alumnos de Primaria, Secundaria y Bachillerato. Nos encargamos de adaptar todo el proceso de aprendizaje a las necesidades de cada alumno. Porque el proceso de aprendizaje debe ser una etapa de crecimiento y nunca de malestar emocional.
